Más allá de su consumo, la música hoy
en día nos acompaña en todo momento (MP3, Smartphone…), conforma nuestras
experiencias y emociones allá donde estamos, la disfrutamos desde cualquier
dispositivo y en movilidad. En la generación de nuestra Identidad Digital y en
la socialización que nos dan los distintos servicios de redes sociales, la
música potencia nuestra sociabilidad online conformando un nuevo tipo de
experiencia (en su consumo. Sin duda, hoy en día, se crea, descubre, consume,
comparte y comenta más música que nunca. De hecho, solamente en Facebook se han
compartido en los últimos cuatro meses más de 5.000 millones de canciones a
través de los distintos servicios con los que la plataforma ya tiene firmados
acuerdos de colaboración.
Está claro que el cambio de
comportamiento del usuario ha modificado las reglas de juego de la música. La
gente no quiere gastar grandes cantidades de dinero en un producto físico que
tiende a desaparecer, en un entorno en el que el mercado digital continua
creciendo año tras año (en EEUU ha superado por primera vez al mercado físico),
y se está convirtiendo en estratégico (especialmente en servicios de streaming,
que en el caso español ha sido el segmento de mayor crecimiento en 2011. A ello
tenemos que añadir el móvil como un elemento estratégico en el consumo de
música, no sólo en su función de MP3, sino también a la hora de consumirla en
servicios de streaming y aplicaciones a través de Smartphone’s. En el caso
español, el 50% de los internautas utilizan diariamente los dispositivos
móviles para acceder a Internet. Y de esos usuarios que acceden a Internet a
través de dispositivos móviles en nuestro país, el 25% lo hace desde
aplicaciones. Según Nielsen, la opción más valorada por los usuarios a la hora
de decidirse por un nuevo terminal es la posibilidad de descargar o escuchar
música, algo que va muy en línea con las capacidades que ofrecen marketplace
como iTunes de Apple.
Sin duda está claro que la gente más
importante en la industria musical son los artistas y los fans. La clave está
en desarrollar nuevos caminos que los conecten. En este aspecto la Tecnología y
los Contenidos, así como las distintas herramientas que proporcionan Internet y
las Redes Sociales, son elementos estratégicos para el futuro de la música y de
los artistas, junto a la posibilidad de crear experiencias a través de la
colaboración de las personas.
En la actualidad estamos desarrollando
un proyecto empresarial en esta línea: Novaemusik. Lo más importante para
nosotros ha sido sin duda tratar de comprender el impacto que la Tecnología e
Internet han tenido en el comportamiento del usuario a la hora de consumir,
descubrir y acceder a la música, tal como comentaba al principio. En este
entorno, hay siete claves fundamentales, inherentes a la Tecnología, las TIC
e Internet, que han impactado en la música y en cualquier sector:
- Digitalización de los contenidos, en este caso de la música. Podemos acceder desde nuestro ordenador, gracias a Internet, a un catálogo de música como nunca hubiésemos podido imaginar en cualquier gran colección o en la mayor tienda de discos física.
- Desintermediación: cada vez son más los artistas que se producen, componen, distribuyen y dan a conocer su trabajo directamente a través de Internet y gracias a herramientas tecnológicas que facilitan el poder realizar el trabajo, que antes se realizaba en grandes estudios, desde su propia casa.
- Globalización: sin movernos de casa podemos acceder a una cantidad inimaginable de información de cualquier grupo. En una serie de clics podemos descubrir un grupo de cualquier lugar del mundo, acceder a su web, descubrir información en sus perfiles de Facebook, Twitter o cualquier otro servicio de red social, así como escuchar sus canciones en YouTube (la MTV del siglo XXI) o descargar su música de cualquier servicio de distribución digital como iTunes.
- Ubicuidad en el consumo. El crecimiento de la penetración de terminales Smartphone y los servicios de contenidos como Spotify, que nos permiten acceder a un amplio catálogo de música a un precio razonable, consumir y poder acceder a ella desde cualquier dispositivo. Una de las consecuencias de las innovaciones tecnológicas es la creciente ubicuidad de la música: pocos son los espacios donde no está presente. Hoy, más que nunca, la música nos acompaña en todo momento y conforma nuestras experiencias.
- Facilidad de cooperación que ha propiciado en entornos empresariales los distintos servicios y plataformas que permiten la interacción de los usuarios en los procesos creativos. Tal como hemos desarrollado El Plan B como plataforma de co-creación y colaboración (Crowdsourcing) para la creación de música entre miles de personas desconocidas a través de la Red.
- Transformación de los modelos de negocio, algo más que evidente por el impacto que ha tenido en las grandes “industrias” convencionales la aparición de nuevos players, ajenos a priori al sector, y que han venido a transformar los modelos de negocio. Ejemplos claros los tenemos en la industria discográfica y la aparición de iTunes, o en la industria del libro y el impacto de Amazon.
- Cambio profundo en los modelos de distribución: impacto en los modelos de distribución por parte de compañías que han generado un nuevo modelo y que han sabido aprovechar el cambio de comportamiento del usuario propiciado por la tecnología. Un ejemplo evidente lo tenemos en el impacto que ha tenido Netflix entre las Majors de Estados Unidos: Warner, Columbia, Metro Goldwyn Mayer, Universal, Paramount…
Está claro que el futuro de la música
pasa por comprender el cambio de comportamiento de las personas y tratar de
monetizarlo. Recientemente en MIDEM, la feria más importante de Tecnología y
Música del mundo, en la que presentamos El Plan B en una competición de
Marketing junto a otros 9 proyectos internacionales, el patrocinio y la
colaboración entre marcas y artistas se reveló como una de las claves
fundamentales, algo en lo que trabajamos desde Novaemusik.
A esta serie de
factores podríamos unir una serie de tendencias fundamentales en la música
propiciadas por la tecnología:
- Acceso Vs. Pertenencia: “De la música como producto a la música como ?servicio“.
- Captura Vs. Colección: no queremos recopilarlo todo, sino descubrir, y acceder, nuevas canciones de manera sencilla en el momento en que las escuchamos, como prueba el éxito aplicaciones como Shazam o SoundHound.
- La clave está en poder disfrutar de la máquina de discos infinita gracias al crecimiento de modelos de suscripción y servicios de Cloud Computing, como señala el informe de Gartner “Online Music Trends: Social Media, Subscriptions and the Cloud”.
- Crecimiento de la distribución digital (como mercado estratégico) que como ya hemos comentado es el segmento que más ha crecido en España en las ventas de 2011 y que por primera vez ha superado al físico en las ventas de Estados Unidos también el pasado año.
- Sharing: además de la facilidad de acceder a la música, la gente quiere poder compartirla entre sus amigos para potenciar la sociabilidad que nos dan los servicios de redes sociales. Así lo demuestran cifras como que el 63% de los vídeos que se consumen en YouTube (más de 4.000 millones al día) se descubren a través de recomendaciones de contactos, o como se han compartido más de 5.000 millones de canciones en los últimos cuatro meses en Facebook, uno de los servicios fundamentales en el futuro de la música tanto por sus posibilidades de F-Commerce, como de herramienta de difusión de los contenidos de los artistas (Marketing y Promoción)
- Cambio en el acceso a la popularidad con servicios como YouTube que han propiciado que jóvenes artistas como Pablo Alborán o Justin Bieber, entre muchos otros, se conviertan en grandes estrellas.
La apertura y
la colaboración en el desarrollo de nuevas ideas: la Cultura del Remix
Hemos dejado a
un lado la época en la que la creatividad era consumida, pero el consumidor no
era percibido como un creador, una cultura controlada de arriba abajo. A pesar
de ello, nunca en la historia del Hombre la Cultura había estado tan
profesionalizada ni nunca antes tan concentrada en grandes industrias,
Gobiernos y monopolios a nivel internacional que persiguen a las personas
mediante legislaciones restrictivas y leyes antipiratería. Un usuario ávido de
consumir y re-crear, ávido de aportar su creatividad.
Sin embargo,
nunca en la historia de la Humanidad se había vivido una época en la que la
gente participase en la creación y la re-creación de la cultura como la que
vivimos en la actualidad, gracias a Internet y las facilidades de la Tecnología
para potenciar la colaboración entre personas y la accesibilidad a innumerables
contenidos culturales. Como señala Larry Lessig, profesor de Harvard y fundador
de Creative Commons, “una cultura en la que las personas producen por el amor a
lo que están haciendo y no por el dinero”. Ello está facilitando el surgimiento
de nuevos fenómenos como la Cultura del Remix y el Crowdsourcing, que tienen un
alto impacto tanto en la Cultura, tal y como sucede en la música, como el mundo
empresarial. Lessig subraya la importancia de “la cultura que los jóvenes están
produciendo todo el tiempo; tomando las canciones actuales y los temas antiguos
y remezclándolas para convertirlas en algo diferente. Es la forma en la que
ellos entienden el acceso a la cultura”.
Para Vito
Campanelli “los individuos se ven obligados a pensar en términos de
post-producción y remezcla, para poder hacer frente a la sobrecarga de
información digital con la que se encuentran todos los días. Si la cultura
siempre ha evolucionado a través de la variación, selección y repetición,
habitamos la cultura remix por excelencia, sobre todo si se tiene en cuenta la
simplicidad y la velocidad de las rutinas computarizadas del cortar y pegar, lo
intuitivo del Photoshop o el After Effects. Como sostiene Lev Manovich: el
software moderno dio vida a un escenario en el que las operaciones de
selección, construcción, edición y publicación de datos se facilitaron a tal
punto que se puede prever una etapa de “remezcla total” en la que todo puede mezclarse
con todo el resto”.
Asistimos al
impacto de la creación colectiva con fenómenos como el NetArt y ejemplos como
Jodi[1] o el colectivo Santofile[2]. Otro ejemplo es lo que sucede con Anime
Music Video[3], Según Wikipedia[4] un anime music video (comúnmente abreviado
AMV) es un vídeo musical que consiste en varias escenas de una o más series o
películas de anime ambientadas para una canción en particular. En su mayoría
son vídeos de música que no han sido lanzados oficialmente por los músicos, sino
que han sido composiciones creadas por fans, tomando escenas de las series y
sincronizándolas con la canción. La mayoría de los AMV son distribuidos a
través de Internet. Muchas convenciones de anime frecuentemente realizan
concursos o exhibiciones de AMV. Este tipo de manifestaciones artísticas
digitales está pasando de ser marginal a ser habitual.
A lo largo de
todo el mundo vemos cada día más muestras de la importancia de la apertura y la
colaboración entre las personas. Internet ha significado un nuevo paradigma en
la manera en la que nos unimos para colaborar, crear y re-crear, ya sea entre
nosotros, usuarios, o a través de iniciativas de artistas que abren sus
creaciones a la participación de otros, empresas que deciden apostar por las
ideas de sus clientes o Gobiernos que colaboran de forma real con el pueblo. El
espíritu de compartir y las iniciativas reales en línea están cobrando cada vez
una mayor relevancia y dando resultados realmente positivos.
El potencial de
Internet como herramienta de colaboración está impulsando una nueva era en el
desarrollo, el crecimiento y la productividad de las personas. Una nueva era en
la que la colaboración está modificando las reglas de juego entre las empresas,
instituciones, gobiernos, artistas, músicos y la gente. En este terreno surgen
iniciativas que están impactando sobre manera en la forma de crear y consumir
música. De hecho, 8 de los 10 vídeos más vistos en YouTube durante 2011 tenían
relación con la música y, muchos de ellos, nacidos de creaciones de usuarios
desconocidos que remezclan, cortan y pegan, crean y co-crean nuevos materiales
basándose en los materiales existentes y creados por los artistas. La Cultura
del Remix tiene un peso cada vez mayor en la industria musical, como siempre ha
ocurrido entre músicos, pero por primera vez está abierta a la creación y la
creatividad de la gente y de los usuarios de la Red.
No hay comentarios:
Publicar un comentario